La alopecia es la pérdida anormal o excesiva del cabello, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y que tiene diversas causas y consecuencias. En este artículo, te explicaremos cómo empieza la alopecia, qué factores la provocan y qué soluciones existen para combatirla.
La alopecia puede empezar de diferentes formas, dependiendo del tipo y la causa que la origine. Por ejemplo, la alopecia androgenética, que es la más común y se debe a una predisposición genética, suele manifestarse con un retroceso de la línea frontal del cabello y un adelgazamiento progresivo de las zonas laterales y superiores de la cabeza.
La alopecia areata, que es una enfermedad autoinmune que ataca los folículos pilosos, se caracteriza por la aparición de parches circulares de calvicie en el cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo.
Alopecia cicatricial, que es la destrucción irreversible de los folículos por una inflamación o una infección, se presenta con zonas de piel lisa y sin pelo que no vuelven a crecer.
La alopecia difusa, que es la caída generalizada del cabello por estrés, cambios hormonales, medicamentos o enfermedades sistémicas, se nota con una disminución del volumen y la densidad del cabello.
Factores que influyen en la alopecia
Los factores que pueden provocar la alopecia son variados y dependen de cada caso. Algunos de los más frecuentes son:
– La herencia genética: es el factor más importante en la alopecia androgenética, que afecta al 80% de los hombres y al 40% de las mujeres en algún momento de su vida.
– Los cambios hormonales: pueden influir en el ciclo de crecimiento del cabello y provocar su caída. Esto ocurre en situaciones como el embarazo, la menopausia, el hipotiroidismo o el uso de anticonceptivos orales.
– El estrés: puede alterar el funcionamiento del sistema inmunológico y causar inflamación o contracción de los vasos sanguíneos que nutren el cuero cabelludo, lo que puede derivar en alopecia areata o difusa.
– Las infecciones: pueden dañar los folículos pilosos y provocar su cicatrización, lo que impide el crecimiento del cabello. Algunas infecciones comunes son la tiña, la foliculitis o la sífilis.
– Medicamentos: algunos fármacos pueden tener como efecto secundario la caída del cabello. Entre ellos se encuentran los anticoagulantes, los antidepresivos, los anticonvulsivos o los quimioterápicos.
– Los hábitos de vida: una alimentación deficiente, el tabaquismo, el alcoholismo o el uso excesivo de productos químicos o térmicos para el cabello pueden debilitar el cabello y favorecer su caída.
La alopecia tiene un impacto negativo en la autoestima y la calidad de vida de las personas que la sufren. Por eso, es importante acudir a un especialista capilar que pueda diagnosticar el tipo y la causa de la alopecia y ofrecer el tratamiento más adecuado para cada caso. En Aribelti, somos expertos en soluciones capilares personalizadas y contamos con las técnicas más avanzadas para recuperar tu cabello y tu confianza. Contacta con nosotros y te asesoraremos sin compromiso.